Yoga Sensible al Trauma
Un TRAUMA es un choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente y surge tanto porque has sufrido recientemente un miedo de gran intensidad (terror) o porque te has sentido incapaz de manejar un peligro real o potencial.
No necesariamente tienes que haber vivido la peor de las escenas traumáticas que puedas imaginar para llamarlo «trauma», es decir, un trauma es una herida, y tamaños de heridas físicas hay infinidad ¿verdad? y la gravedad de ellas depende de la propia persona ¿cierto?, pues lo mismo ocurre con las heridas emocionales que pueden manifestarse de diversas formas y no hay dos experiencias iguales.
El yoga sensible al trauma es una forma de yoga adaptada para trabajar con personas afectadas por un trauma psicológico. Su objetivo es ayudar a los sobrevivientes de traumas a desarrollar un mayor sentido de conexión mente-cuerpo, para aliviar sus experiencias fisiológicas de trauma, para obtener un mayor sentido de propiedad sobre sus cuerpos y para aumentar su bienestar general.
El Yoga Sensible al Trauma (YST):
- Implica adaptar las prácticas de yoga buscando crear un espacio seguro y de apoyo donde los participantes se sientan cómodos y respetados.
- Reconoce la diversidad de las experiencias y se adapta para ser inclusivo y respetuoso con la singularidad de cada individuo.
- Se centra en la elección y el empoderamiento, permitiendo a los participantes tomar decisiones sobre su propia práctica y respetar sus límites.
- Las prácticas de yoga que son sensibles al trauma pueden ayudar a las personas a reconectar con su cuerpo de una manera segura y consciente. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos que han experimentado trauma que ha llevado a la desconexión corporal.
- Las técnicas de respiración y la regulación del sistema nervioso autónomo son componentes clave del yoga sensible al trauma. Estas prácticas pueden ayudar a reducir la ansiedad y a mejorar la capacidad de autorregulación emocional.
- Las posturas de yoga se adaptan para ser más suaves y menos invasivas, evitando activar respuestas de estrés en el cuerpo. Esto se hace para asegurarse de que las prácticas no desencadenen respuestas traumáticas.
- Participar en una clase de yoga sensible al trauma puede brindar un sentido de comunidad y conexión social. La conexión con otros puede ser fundamental para la recuperación después del trauma.
- La atención plena (mindfulness) y la compasión son fundamentales en el yoga sensible al trauma. Ayudan a los participantes a desarrollar una relación más amable y compasiva consigo mismos.
En resumen, el yoga sensible al trauma busca ser inclusivo, respetuoso y empoderador para aquellos que han experimentado trauma. La adaptación de las prácticas de yoga de esta manera puede ser beneficiosa para la salud emocional y física de las personas que buscan sanar después de experiencias traumáticas.
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